Se llama el "calcetín de sal mágica" y ciertamente suena loco pero las propiedades antibacterianas de sal hacen que tenga mucho sentido! Básicamente, llena un viejo calcetín de algodón blanco con 1,5 tazas de sal marina gruesa (la sal de mesa es demasiado fina y se filtra fuera de tu calcetín). Asegúrate de que sea un calcetín blanco normal porque los calcetines de colores pueden terminar de fusión o arder en el siguiente paso.
Ahora calienta el calcetín a fuego medio-bajo en una sartén durante 4-6 minutos, dar la vuelta al calcetín cada minuto y sacudiendo la vuelta para que toda la sal se calienta toda. Seguro querrás que el calcetín esté muy caliente pero no demasiado caliente! Por último, coloca el calcetín en tu oído, asegurándote de que está detrás de la mandíbula. Ta-da! Este inusual truco debería ayudar a proporcionarte algo de alivio.
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