A estas edades, vemos una mayor necesidad de privacidad, conductas exploratorias del cuerpo, primeros signos de preocupación por la imagen de sí mismo, algo de vergüenza al exponer los primeros signos de la pubertad.
La sexualidad es una parte integral de la vida de cada individuo y contribuye a su identidad a lo largo de la vida y a su equilibrio físico y psicológico. Sabemos que su desarrollo saludable es fundamental.
En 1975, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud sexual como "la integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual por medios que son positivamente enriquecedores y que mejoran la personalidad, la comunicación y el amor". Esta visión introdujo un mensaje de la sexualidad como vehículo de felicidad, satisfacción y respeto por la individualidad de cada persona.
En 2001 la sexualidad es definida, también por la OMS, como "una energía que nos motiva a encontrar el amor, el contacto, la ternura y la intimidad; se integra en la forma en que sentimos, nos movemos, tocamos y somos tocados, es ser sensual y al mismo tiempo ser sexual". La sexualidad influye en los pensamientos, los sentimientos, las acciones y las interacciones y, por lo tanto, también influye en nuestra salud física y mental". Esta definición más compleja y amplia ha ampliado la visión de la sexualidad en algo con ramificaciones para los diversos componentes de la vida, la personalidad, los comportamientos y las relaciones y las consecuencias para el bienestar y la salud física y mental de los individuos.
Freud describió cómo la sexualidad se manifiesta y desarrolla a lo largo de la infancia desde etapas muy tempranas, pero es en la adolescencia cuando se produce el verdadero descubrimiento de la sexualidad. La fase más temprana de la adolescencia (10-13 años) está dominada por el inicio de la pubertad. Estas modificaciones corporales captan la atención y la curiosidad de los jóvenes y explican varios comportamientos típicos de esta fase. A estas edades, vemos una mayor necesidad de privacidad, conductas exploratorias del cuerpo, primeros signos de preocupación por la imagen de sí mismo, algo de vergüenza al exponer los primeros signos de la pubertad - las chicas prefieren ropa grande y asumen una postura curvada para que no se noten los pechos crecientes.
Luego, en la adolescencia media (13-16 años), llega una fase en la que el grupo de pares adquiere una importancia central. La imagen de sí mismo adquiere una enorme preponderancia, pero el objetivo es, sobre todo, la aceptación y la integración en el grupo de pares (generalmente del mismo sexo). En esta fase suele haber mucho contenido sexual en las conversaciones e intereses entre pares y circula una enorme cantidad de información y desinformación. La experimentación y el ensayo de las reglas están en su apogeo en este período y también hay comportamientos experimentales en el área de la sexualidad. Las primeras relaciones bidireccionales se producen, aún sin gran intimidad, profundidad y corta duración. Estas experiencias son también un tema de conversación entre pares y una forma de afirmación.
La etapa tardía de la adolescencia (16 a 19 años) se caracteriza por la construcción de la identidad en diversos ámbitos, incluida la identidad sexual. A menudo vemos las primeras relaciones bidireccionales con una profundidad e intimidad cada vez mayores.
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